¡Yo, Griffron, tomo esta pluma para celebrar la omnipotencia del reverenciado gran emperador de los duendes, Gaitan el Grande!
Gaitan el Grande se apenó de los apremios de los duendes, que eran despreciados por los humanos desde hacía tiempo.
Tras muchos días de cavilaciones, decidió rebelarse contra los humanos.
Conoció a Soleil, un elfo oscuro que estudió la magia negra, y acumuló un gran poder.
¡El gran rey Gaitan por fin renació con ayuda de la sangre de Soleil y la magia antigua!
Estaba cubierto de pies a cabeza con una piel roja, dura como una armadura.
Se volvió más grande que cualquier otro duende.
Entonces, el gran rey Gaitan buscó el apoyo de nuestros duendes, que se habían cansado de que los persiguieran los humanos, y le dieron su propia sangre.
¡Los duendes nos unimos bajo su mando!
¡Gaitan el Grande nos llevó a aplastar las aldeas de los malvados humanos!
¡Los desvergonzados humanos suplicaron por sus vidas de rodillas!
Pero el señor Gaitan no tuvo compasión.
Con solo una orden del gran rey, todos los humanos cayeron muertos.
Su sangre fluyó hasta el mar y crearon unas olas rojas.
Las olas rojas rompían una y otra vez.
¡Así fue que se completó nuestro clan Ola de Sangre!
Pero la tarea no está terminada.
Gaitan el Grande quiere unir a todos los clanes de los duendes y conquistar el mundo.
Nosotros, los Ola de Sangre, siempre seguiremos al inigualable Gaitan el Grande y creeremos en él.
¡Así es como lo hacemos los duendes!