Mi querida Demi:

¿Cómo estás hoy? Me pregunto si estarás haciéndote trenzas en el cabello, con los ojos cansados, o si simplemente estarás tomando una siesta.
Antes de que los pájaros cantaran por la mañana, ya había desperado por la emoción de verte hoy. Esta mañana salí a pasear temprano por las Planicies de Hamel y encontré el lugar perfecto para ir de picnic. Es una pequeña isla en medio del lago, que antes te había dado curiosidad. Oí que hace poco terminaron de construir el puente para cruzar hacia ella, ¡así que no tendremos que mojarnos los pies para llegar! Los enanos son verdaderamente hábiles.
Ahora mismo estoy sentado junto a un pequeño árbol mientras te escribo esta carta. No tengo nada especial para contarte, pero simplemente me alegra poder escribirte.
Me muero de ganas de mostrarte este lugar. Cuesta creer que estas tranquilas planicies solían estar plagadas de lobos peligrosos... Pero ahora mismo parece un paraíso repleto de animalitos y ciervos.

Tengo el presentimiento de que vendremos a este lago con frecuencia en el futuro, Demi. Solo seremos nosotros dos y, quizás, nuestros futuros hijos. No importa cuánto tiempo pase, ojalá que nada de esto cambie para nosotros.
Sé que te lo dije hace unos días, pero no te preocupes demasiado por esos rumores sobre el norte. No hay forma de que la guerra llegue hasta Laslan. E incluso si eso sucediera, ¡daría mi vida para protegerte!
Cuando termine de escribir esta carta, la esconderé, y si no la encuentras, haré como que la encuentro por casualidad. Me muero por ver la sonrisa en tu rostro cuando la veas.
Bueno, ya es hora de ir al pueblo para verte. Me apresuraré para no llegar tarde.
¡Oh, mi amada Demi!

Tengo muchas ganas de verte.
Con amor, Elliot