Hay quienes dicen que los avances académicos se consiguen estudiando constantemente, pero a veces, un error representa un gran avance. El dispositivo de purificación de bitumen es uno de ellos.

Durante los últimos años, he estado investigando la niebla roja del Pantano del Silencio para hallar una forma de purificar la corrupción. El asfalto rojo, una concentración de niebla roja, era la clave para la purificación. Muchos académicos vinieron a ayudar, pero no pudimos crear ningún resultado significativo.

Entonces, decidimos purificar la contaminación por medio del calor, y creamos un dispositivo de purificación de asfalto. Utilizamos materiales mágicos inflamables como fuente de calor, pero no era lo suficientemente caliente como para purificar el asfalto.

Agregamos carbones para subir la temperatura, pero no funcionó.

Cuando todos estaban frustrados, uno de los jóvenes investigadores gritó. Fuimos corriendo a ver qué pasaba y vimos al investigador sentado en el suelo, con las dos manos en la cabeza. Quiso agregarle bitumen, pero en lugar de eso, le puso carbón.

Entonces, ocurrió algo increíble. Los materiales mágicos reaccionaron con el bitumen, y se generó mucho calor. Agregamos más bitumen, y funcionó. El calor que irradió la mezcla logró purificar una pequeña cantidad de bitumen. ¡Una contaminación purificándose a sí misma!

Luego de este suceso, me di cuenta de que hay que prestarle atención a todo mientras uno investiga, sin importar si fue un accidente.