¡Nikkie! ¡Mi princesa!
¿Cómo estuvo tu día?
Te escribo esta carta porque tengo algo que decirte. Escuché que fuiste de visita a Flamanieve, ¿o no fue así? ¿Tienes idea de lo mucho que me asusté?
Sé que siempre te han gustado las flores y los árboles, igual que a mí. Siempre le pedí a los adultos que me trajeran semillas de mitranos, pero los mitranos eran algo muy diferente de lo que imaginé que serían. Le hacían daño a las personas con sus gruesas ramas.
En el acantilado de Flamanieve hay un monstruo al que incluso los mitranos le temen. Este monstruo lastima a las personas y las enjaula para que no puedan regresar con sus familias más nunca. Valientes soldados de la Resistencia han intentado cazar al monstruo, pero todos han fallado.
Hace un tiempo ya, uno de los soldados de la Resistencia huyó del monstruo y llegó hasta la aldea. Le dimos asilo y nos contó una historia sorprendente. Nos contó que el árbol monstruo tenía un hongo en la cabeza que lo controlaba. Es por eso que la gente empezó a llamarlo "Cordy gigante", lo que representa un hongo enorme y aterrador.
Me asusté tanto que ni siquiera podía tener un hongo frente a mí. No vayas a Flamanieve, Nikkie. Prométeme que no irás y te llevaré al festival que hay en Herba. Ahí habrán muchas flores y muchos árboles.
No quiero que sientas miedo. Esa no fue mi intención. Ve a dormir con mami y papi si tienes miedo. Te llevaré pan fresco la próxima vez que vaya
-Tu abuela, la que más te ama en el mundo.