El descontrol de los cosechadores (1)

Escrito por Flynn Lexton

"¡Te dije que el cosechador me rompió el brazo! ¡Espera a que le ponga las manos encima a esos hechiceruchos! ¡Me las van a pagar!".

La voz de un granjero furioso retumbó en la posada Asta de Ciervo de Pueblo Castelo, famosa por su cerveza de centeno y miel. Se estaba quejando de varios incidentes que ocurrieron a causa de algo llamado "cosechador". La primera vez que estas criaturas captaron mi interés fue cuando oí a unas personas intentando calmar a un granjero enfurecido en esta misma posada. Algunos pensarían que las herramientas creadas por los magos para su conveniencia no deberían considerarse "criaturas", pero yo difiero. Si atacan y lastiman a las personas, o si son difíciles de controlar, ¿en qué se diferencian de un gólem frenético?
Según los aldeanos, el problema existe desde que la Legión de Arkeum atacara Pueblo Castelo, hace más de diez años.

Cuando la Legión de Arkeum atacó Laslan bajo las órdenes del usurpador Reville Lupius, los aldeanos lucharon valientemente hasta el final bajo el liderazgo del señor Hobs. La legión no pudo vencer a Pueblo Castelo, pero desató una lluvia maldita sobre todo Laslan en un último esfuerzo para convertirlo en un páramo. Fue entonces cuando las tierras fértiles que rodeaban los graneros de Laslan comenzaron a sufrir ataques de extraños animales salvajes, como insectos diez veces más grandes de lo normal. Aunque la legión de Arkeum conoció la derrota al final, los granjeros se encontraron ante la duda de si podrían continuar labrando la tierra.
El señor Hobs escuchó las incontables quejas de los granjeros y les encargó a los magos de Venelux que encontraran una solución. Sin embargo, la gente sabía que los magos no eran ni muy sabios, ni actuaban rápido. Por ello no esperaron y comenzaron a pedirle a cualquier mago que anduviera a la deriva y visitara la aldea que encontrara una forma de deshacerse de las plagas gigantes. Estos magos crearon los cosechadores para los Campos de Centeno Dorado y pronto ganaron mucha popularidad. En resumen, los cosechadores son unas muñecos mágicos diseñados para repetir acciones simples.

El descontrol de los cosechadores (2)

Los cosechadores lucharon contra los insectos que estaban dañando las granjas, y los granjeros festejaron y ofrecieron los pocos ahorros que tenían a los magos. Sin embargo, unos meses más tarde comenzaron a surgir problemas. Los cosechadores comenzaron a romperse.
Los magos de Venelux crearon los gólems de piedra polvorienta y los Amitoi con preservación de durabilidad para garantizar que pudieran soportar su deterioro. Pero los magos que andaban a la deriva no tuvieron en cuenta que los cosechadores de madera se romperían en las constantes luchas, se pudrirían con la lluvia o se desgastarían con el viento. A medida que el esquema mágico dentro de la madera quedaba expuesto, se borraba o se destruía, los cosechadores comenzaron a funcionar mal de formas inesperadas. Comenzaron a atacar a todo lo que se les cruzaba, no solo los insectos, sino también a los granjeros.
Estos corrieron a buscar a los magos que los crearon, pero hacía ya tiempo que estos se desligaron de su responsabilidad y no se los encontraba para que se hicieras cargo de sus responsabilidades.

Como no estaban dispuestos a esperar una respuesta de los magos de Venelux, los granjeros volvieron a llevar sus reclamos ante el señor Hobs, quien se vio obligado a pedir ayuda a la Resistencia.

Desde entonces, cada vez que un miembro de la Resistencia comienza un contrato de trabajo en Laslan debe empezar por eliminar cosechadores en los Campos de Centeno Dorado. Si en lugar de cosechadores el problema fuera causado por gólems extraños o bestias dañinas, entonces enviarían más soldados para ocuparse de ello de una vez por todas, pero como los cosechadores no son una amenaza grave, no han enviado suficiente gente para resolverlo. Aunque hayan pasado diez años, todavía hoy quedan algunos merodeando en los campos. Es verdaderamente una ironía. Quizás como su magia de preservación es muy chapucera, los cosechadores podrían levantarse de repente luego de ser destruidos y volver a aterrorizar los campos. Que esto nos sirva como recordatorio de que la magia siempre se debe emplear con cuidado y prudencia.