Se cuenta que Sylaveth era la hija más hermosa de Einar, la diosa de la luz, y de Lanquis, el dios de la oscuridad. Ella siguió la voluntad de su madre Einar de crear un mundo armonioso y perfecto, dando luz a numerosas culturas con sus hermanos y hermanas.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que se ganó la ira de Einar y fue expulsada del mundo de los dioses. Su crimen fue enamorarse de un ser prohibido y concebir un hijo con este, el cual nació con el resentimiento, justificado, de Sylaveth. Esta nueva criatura era un dragón; un ser capaz de resistir la voluntad de los dioses.

Sylaveth se rebeló contra los dioses junto con los dragones, por lo que los dioses crearon mensajeros para que los detuvieran. Con esto se desató una guerra descomunal entre los dragones y los mensajeros de los dioses.

Como la guerra continuaba, ambos lados se mostraban desesperados por terminar con el conflicto. Para ello, los mensajeros crearon una enorme manapetra para sellar a Sylaveth en una montaña llamada "la Gracia de Dios". Cuando Sylaveth cayó en la trampa y apareció sola en la montaña, la magia del sello envolvió su cuerpo y comenzó a absorberla en la manapetra. Por su parte, la manapetra absorbió su poder y adquirió un brillo morado deslumbrante.

Al oír los gritos de Sylaveth, los dragones volaron hacia ella e intentaron salvarla, pero todo fue en vano. Justo antes de que Sylaveth quedara completamente sellada en la manapetra, los dragones escucharon sus últimas palabras cargadas de furia: "Permaneceré en el mundo por siempre".

Enfurecidos, los dragones sacrificaron sus cuerpos en un último esfuerzo por liberar a su madre y se estrellaron en grupo contra la manapetra. Esta estalló y la inmensa montaña quedó hecha polvo. Fue así como la manapetra que contenía a la diosa sellada estalló en fragmentos grandes y pequeños.

Ante los ojos humanos, la escena se vio como la explosión de luz violeta de una enorme estrella. Es por eso que llamaron a la manapetra sellada Estrella de Sylaveth y jamás olvidaron su origen.

Este es el mito más aceptado entre tantos otros que abordan el origen de la Estrella de Sylaveth, el cual fue compilado mediante el análisis de textos literarios procedentes tanto de la distante Trutizan como de Solisium.

- Idrissia Lavirian, mitóloga