Fósil resucitado
Cuando la señora Calantia se detuvo frente al palacio en ruinas,
un fósil de un antiguo dragón, que posaba como si rugiera al cielo, de repente cobró vida con su toque.
Un relámpago morado cayó sobre sus escamas cenicientas mientras ella decía: "Será un buen perro guardián". Las ruinas temblaron cuando el dragón, ahora vivo, respiró hondo.
Su nombre es Dragaryle, el primero de sus constructos, resucitado por su voluntad.
Encarnación de la furia y la crueldad
La señora Calantia recogió la magia del fragmento estelar en la punta de sus dedos y trazó una línea en el aire, y el suelo del palacio en ruinas se cubrió de fuego y hielo, y se crearon dos formas.
Aquel cuya ira arde ferozmente recibió el nombre de "Vulkan", ya que era la encarnación de la furia de la señora Calantia.
El otro podía extinguir la luz con un silencio gélido y se llamaba "Zairos", ya que la escalofriante calma de Calantia moldeaba su poder.
Ambos eran un solo anatema formado por su poder abismal, una fuerza singular pero opuesta la una a la otra.