La familia real de Solisium le regaló caballos de raza a la familia Bercant en reconocimiento de sus logros. Tras la caída de la familia, los caballos sobrevivientes encontraron nuevos dueños. Pero como eran caballos de verdad especiales, hay muchas historias interesantes sobre ellos.
1. Melodía Solar: el caballo de la elegancia
Melodía Solar era un caballo particularmente emotivo al que le gustaba la música. En la finca de ovejas cercana había un pastor que a veces tocaba la flauta. Cuando lo hacía, Melodía Solar interrumpía cualquier cosa que estuviera haciendo para poder escuchar la música, a pesar de los regaños del jinete. El problema era que el niño tocaba la flauta muy seguido y en cualquier momento. Como el caballo no se podía entrenar ni poner a trabajar por culpa de la música, el jefe de los jinetes dio con el pastor y le profirió una serie de amenazas respecto de lo que le pasaría si tocaba la flauta otra vez. Pero el inteligente Melodía se dio cuenta de lo que había pasado y tuvo una idea original para rebelarse contra los jinetes: no evacuar hasta oír el sonido de la flauta. Al final, los jinetes, al darse cuenta de que se ponía en riesgo la salud del caballo de lujo, cedieron y le pidieron al pastor que volviera a tocar, pero solo en ciertos momentos. El muchacho se percató de lo que estaba sucediendo e insistió en que, si iba a tocar en los momentos programados, le debían pagar en calidad de músico. Y eso hicieron, a su pesar.
2. Luminoso y Ébano Ramtane: una batalla de belleza
Los caballos, al igual que las personas, tienen estándares de belleza. Luminoso era un corcel alto y delgado con un hermoso pelaje dorado. Por su parte, Ébano Ramtane era un caballo oscuro, con un pelaje completamente negro. Era de constitución grande y fuerte, lo que lo hacía ver valeroso. Como los dos caballos eran tan agradables estéticamente, muchos visitantes hacían cola para verlos. Debido a esto, los dos animales viajaban juntos a menudo, y al pasar mucho tiempo a la par, comenzó a surgir una especie de competencia entre los muy estimados caballos.
Luminoso tenía una personalidad abierta, posaba con agrado y complacía los pedidos de la audiencia. Sin embargo, por ejemplo, cuando un pintor comenzaba prepararse para retratar al magnífico caballo, llegaba Ramtane con sus fuertes músculos para pavonearse e interponerse entre el pintor y Luminoso. Pero Luminoso no se quedaba atrás. Cuando Ramtane era el centro de atención, Luminoso trotaba con furia hacia él para robarse la escena. Estos dos caballos tan competitivos siempre hacían sus desplantes. Lamentablemente, ambos fueron adoptados por diferentes familias, por lo que nunca se pudo volver a ver tan entretenida competencia.
