Shiky, un espíritu elemental de la luz, era de una pureza absoluta.
Mientras estaba de aventura en Talandre, me encontré con el Templo de la Verdad. Durante siglos, se pensó que el Templo de la Verdad no era más que una leyenda, pero, debido a la inundación que afectó al lago, la entrada oculta se reveló.
Mientras exploraba el templo, encontré un pequeño espíritu elemental de la luz colapsado. Era un espíritu elemental raro, creado mediante el uso de magia élfica antigua. Me dio pena su lenta agonía. Utilicé mi poder mágico durante diez días, lo que lo ayudó a recuperarse.
Una vez que se volvió a poner de pie, el espíritu elemental me siguió como si fuera su padre. Lo llamé Shiky y le di mi amor. Shiky era como los elfos llamaban al espíritu elemental de la luz en las antiguas leyendas.
Al poco tiempo se recuperó por completo y comenzó a restaurar el templo y a ordenar a los gólems de piedra, como si su misión fuera protegerlo. Me llenaba de orgullo.
En ese momento, ni siquiera imaginaba la tragedia que pronto tendría lugar. En retrospectiva, el nombre que le di no fue una buena idea. Como el Shiky de las leyendas, se transformó en el elemental oscuro Shaikal.
Ingresé al templo como todos los días, pero de inmediato me di cuenta de que algo andaba mal. Los gólems de piedra estaban contaminados por magia negra y Shiky no aparecía por ninguna parte. Me dispuse a usar mi esquema de rastreo con el objetivo de buscarlo.
Después de unos días de búsqueda, llegué al páramo donde se ubicaba la grieta que daba a Diabólica. Ahí perdido, escuché a alguien gritar en agonía, como si lo estuvieran descuartizando. Seguí el grito y encontré a un elemental oscuro con cadenas, ardiendo de sed de sangre.
Enseguida me di cuenta de que era Shiky.
Lo rodeaban sombramantes de la Orden Sylaveana. Usaron magia negra en Shiky para convertirlo en Shaikal.
No pude reprimir una explosión de emociones y mis propias lágrimas me cegaron. Tuve que escapar, pero sin darme cuenta, había empezado a moverme en dirección a Shaikal. Cuando me desperté, Shaikal me miraba. ¿Me había reconocido...? Cuando extendí las manos, comenzó a alterarse de nuevo.
No sé cómo logré abandonar ese lugar y regresar a casa. Después de considerarlo por varios días, creé un par de Amitoi para Shaikal. Uno era un muñeco de Shiky en su forma original, y el otro era Shaikal. Cuando tenga un día libre, iré a visitar de nuevo a Shaikal y se los regalaré. Espero que pueda comprender cómo me siento.
Cuando pienso en lo que los Sylaveanos le hicieron a Shiky luego de secuestrarlo, en cómo lo atormentaron con magia negra, me hierve la sangre.