La historia de la guerra de gigantes para jóvenes magos (1)

Hace mucho, mucho tiempo, había un árbol del mundo llamado El Gran Árbol Sabio en Talandre. En el árbol, los elfos y los humanos convivían en paz y armonía. Los elfos les enseñaban a los humanos muchas cosas y los ayudaban a ser mejores.

Pero un día unos gigantes malvados iniciaron una guerra terrible. Querían dominar el mundo y a todas las demás razas.

Pero los elfos eran seres muy listos y sabían usar la magia. Acudieron a los enanos habilidosos y les pidieron que fabricaran armas para la guerra.

Luego, les pidieron ayuda a los orcos de temperamento feroz. Estos no eran muy amistosos con otras razas, pero los elfos lograron finalmente persuadirlos para que se unieran a la guerra contra los gigantes.
Y, por último, los elfos acudieron a los humanos para que lucharan con ellos. Los humanos, que aprendieron el arte de la magia de los elfos, aceptaron su petición con gentileza. Y así nació la alianza de los elfos, enanos, orcos y humanos.

Los gigantes empezaban a preocuparse. Eran más listos que los elfos, más habilidosos que los enanos, más fuertes que los orcos, pero no eran suficientes para luchar contra todos. Así que los gigantes decidieron crear gólems, que eran aún más grandes y fuertes que ellos mismos.

La historia de la guerra de gigantes para jóvenes magos (2)

Había un gigante malvado llamado Quietis. Era muy habilidoso con la magia, y no le importaba el asunto de la alianza. No era de extrañar, ya que podía crear un gólem tan grande como el árbol del mundo.
Quietis utilizó una gema con su poder mágico para forjar el corazón de gólem. Colocó la gema en una montaña rocosa y lanzó un hechizo. Luego, la montaña se convirtió en un gólem, que se parecía a Quietis. El gólem que llevaba un hacha se dirigía hacia la alianza.

Este terrible gólem podía verse incluso desde El Gran Árbol Sabio. Los elfos temían que destruyeran su árbol tan preciado. El árbol era su hogar, y una escuela para los humanos. Así que los elfos decidieron detener al gólem en la llanura entre las montañas.

La alianza creó un círculo mágico para detener al gólem y esperó a que se acercara. Entonces, cuando entró en el círculo mágico, ¡todos empezaron a atacar!

Quietis era demasiado arrogante y no creía que esos pequeños individuos detuvieran a su gólem. Quietis se enfureció y saltó sobre el gólem. ¡Más poder! ¡Más! Los elfos lucharon contra el gólem y sacaron más poder mágico de la naturaleza. También les dieron una mano otras razas.

Finalmente, ¡el golem cayó con un sonido atronador! Al ver que el Gigante más fuerte había sido derrotado, otros gigantes huyeron.
Al final, la pequeña alianza fue la que ganó la guerra.

La historia de la guerra de gigantes para jóvenes magos (3)

Los elfos le quitaron el corazón forjado por Quietis al gólem caído. Al quitárselo, el gólem se convirtió en una piedra gigante.
Pero este aún contenía todo el poder mágico de Quietis. Y aún latía con su magia, como si estuviera vivo. A los elfos les preocupaba que pudiera causar problemas, y decidieron sellar el corazón para siempre. Construyeron un gran templo, escondieron el corazón en lo más profundo y lo custodiaron para que nadie pudiera llevárselo.

Pero algunos magos humanos se volvieron codiciosos. Querían el corazón para gobernar el mundo, así que mataron a los elfos que solían ser sus maestros con un hechizo mágico prohibido. Los buenos magos humanos lucharon contra ellos junto con los elfos, pero muchos elfos resultaron heridos, o murieron durante la batalla.

La traición dejó devastados a los elfos. Decidieron abandonar esta tierra en la que perdieron a muchos de sus seres queridos, pero no tenían rencor hacia todos los humanos. Les pidieron a los buenos magos humanos que protegieran el corazón de Quietis para mantener la armonía de ambas razas.

Una vez que los elfos se marcharon, los buenos magos humanos decidieron que lo más seguro era ocultar el hecho de que el corazón de Quietis estaba allí. Así que el templo comenzó a llamarse el Templo de la Luz. También construyeron una caverna muy profunda para almacenar el conocimiento valioso que los elfos dejaron atrás. Grabaron las enseñanzas de los elfos en tablillas de piedra, para que la gente mala no pudiera cambiar lo que estaba escrito. Las tablas de piedra estaban selladas en una habitación a la que sólo podían acceder los buenos magos.
Se dice que la entrada a esta habitación está oculta en algún lugar de la Heredad de Quietis.