El desierto es cruel y precisamente por eso es hermoso. El viajero que atraviese Fuertepétreo todo el día y toda la noche, acabará conociéndose a sí mismo de verdad. Se dice que el agua del oasis refleja la verdadera cara de uno mismo.
Yo, Bahut, le dedico esta guía a todos los viajeros del desierto.
1. Páramo Monolito
Si te pierdes en el Páramo Monolito, solo necesitas levantar la vista. Las torres de roca que se elevan del suelo serán tus puntos de referencia.
Los comerciantes de los páramos miden el tiempo según la sombra de las rocas monolíticas. Cuando la sombra se acorta, los comerciantes más experimentados se irán con sus camellos a descansar a la sombra.
Hay historias que dicen que este páramo era antes una tierra fértil, y que supuestamente era la fuente de agua subterránea más abundante de todo Fuertepétreo. Se dice que un hechizo maligno la contaminó y que no había forma de purificarla, y lo que era aún peor, la contaminación parecía estar expandiéndose. Los magos de Venelux, sin más opciones, usaron los monolitos para cortar los afluentes, ya que debían frenar el avance de la contaminación.
Así es como se formaron las rocas monolíticas. Desde entonces, esta zona se ha convertido en un páramo donde nada puede crecer. Los granjeros se han ido y ahora es un desierto plagado de ladrones.
2. Pueblo de Canteros Abandonado
En esta zona alguna vez hubo una enorme montaña rocosa. Nuestros ancestros picaron la ladera para crear ladrillos y construir con ellos el Castillo Pétreo.
Una persona razonable habría parado cuando la montaña pasó a ser una colina, pero los petreoritas no lo hicieron. Siguieron excavando cada vez más profundo para extraer flogopita marrón, hasta que su aldea acabó atestada de monstruos en su ausencia.
El exceso de avaricia acarrea consecuencias. La naturaleza está llena de regalos, pero el desierto les enseña humildad a los humanos.
La lluvia en el desierto podría parecer una bendición para los viajeros agotados, pero aquí es diferente. Las mandrágoras se enfurecen cuando llueve, así que hay que tener cuidado.
3. Desierto de Luz Lunar
El Desierto de Luz Lunar se ha cobrado la vida de muchos viajeros. Durante el día, hace tanto calor como para quemar la piel, y durante la noche, hace tanto frío como para congelarte la nariz. La arena suave y profunda te puede llegar hasta los tobillos y esconde monstruos peligrosos que esperan a una presa fácil como tú.
Si planeas atravesar el Desierto de Luz Lunar, hazlo una noche donde brille la luna. Verás un espectáculo impresionante de arena brillando con intensidad. Solo intenta que la luz de luna no te encandile o serás la cena de las tortugas de arena.
Si te quedas sin comida, puedes pedir ayuda a los comerciantes de caravanas. Si logras recolectar algunas escamas de luz lunar de las criaturas del desierto, podrías intercambiarla por suministros.
Los trotamundos y los comerciantes se reúnen en el Oasis de Luz Lunar al norte del desierto. De hecho, suelo frecuentar el área. Si alguna vez me ves por esos lados, no dudes en acercarte a saludar. Si eres lo suficientemente valiente para cruzar el desierto, estaré encantado de regalarte una bebida.