El sol se puso sobre los campos de la Granja Centeno Carmín silvestre
El muchacho se sorprendió al ver la aldea arder.
Unos malvados y crueles demonios derramaron sangre sin miramientos,
dejando nada más que destrucción y agonía en la pobre aldea oscura y herida.
Ay, querida Laslan,
donde reina el miedo y la oscuridad.
Tus días de gloria han acabado.
Con el tiempo, todos se olvidarán de tu existencia.
Se olvidarán de tu existencia
En la noche oscura, en el ojo de la tormenta
¡El muchacho que cantó sobre los sueños esa noche calló!
La noche cruel acabó y el sol por fin salió
El muchacho se quedó anonadado por la maravillosa luz de las estrellas
El héroe blandió la deslumbrante espada con su poderoso brazo
Para vengar a Laslan con la sangre de los malos.
No te preocupes, Laslan
Tus días de gloria volverán
El justo héroe conquistador
Será recordado con nuestras canciones
Recordado con nuestras canciones.
El niño que pensó que lo había perdido todo
Empezó a cantar la canción de las estrellas, otra vez.
Las pesadillas terminarán y vendrá una era de paz
El héroe se está preparando... ¡Para una nueva aventura!