Maldita sea, parece que esta noche también me toca guardia en el Albergue del Susurro del Viento.
El viento se intensifica a medida que avanza la noche. Cuando eso ocurre, tengo que oír el crujido de los árboles y todos esos ruidos espeluznantes que a veces lo acompañan durante toda la noche.

A veces, escucho llantos de tristeza y otras, lamentos desesperados.

La primera vez que escuché esos ruidos, pensé que eran de bestias salvajes... Pero presté más atención al sonido cada vez más fuerte del viento y me di cuenta de que traía la voz de alguien.

¿El viento lleva una voz?, pensé.
Al principio, imaginé que mi mente empezaba a divagar por pasar despierto toda la noche vigilando la hospedería. Pero el día en el que el viento sopló con más fuerza, pude escucharlo con claridad.

El sonido no era de ninguna bestia salvaje.

Claramente era una voz humana. Podía escuchar las palabras.

"Duele... duele... mis brazos y piernas... retorcidos como raíces...".
"Mi piel... seca y llena de polvo... se está agrietando... ¡Cuánto dolor! ¡Estoy agonizando!".
"Por favor... mátenme... libérenme...".

Cuando ese ruido llegó a mí a través del viento en la oscuridad total, se me paralizó el cuerpo.

A juzgar por la veleta, el viento soplaba desde el sur. Venía de la Casona de Bercant.

Tenía entendido que toda la gente de la Casona de Bercant había muerto por la maldición de las flores.

Entonces, ¿qué era eso? ¿De dónde venía esa voz?
Así que me pregunto... ¿podré hacerlo? ¿Podré mantener la cordura hasta el amanecer?