¿Qué tal, colega? ¿Cómo te encuentras?
¡Te escribo esta carta para informarte que al fin he llegado a la Herrería de Yunque Negro!
No fue un viaje nada fácil y escuché que la Herrería de Yunque Negro se ha vuelto un espacio hostil para los humanos y para otros enanos, pero no tenía idea de que la situación estaba así de mal. Sin embargo, ¡tú me conoces! Encontré a un colaborador interno.
Sí, fui a la Herrería de Yunque Negro a ver la obra maestra de Brokerock. ¡Un maestro que destruiría sus propias obras si no está satisfecho con ellas! ¡Y el enorme yunque que está en la Plaza de Yunque Negro es asombroso! ¡Podría jurar que se escuchaban martillazos provenir de él!
Y, para mi sorpresa, ¡el maestro ya no está aquí! Desde que Bonia Naru, hija de Pakilo Naru, el antiguo líder de la Legión de Yunque Negro, lo reemplazó, no ha dejado de expulsar a los hombres de Pakilo, ¡y Brokerock era uno de ellos!
Él no estaba dispuesto a permitir que le siguieran faltando el respeto de tal manera. ¡Qué desgracia!
Ni siquiera sé a dónde podría ir a ver sus nuevas obras.
Podrás encontrar adjunto un dibujo del Yunque Negro hecho por mí. Si logras descubrir a dónde fue a parar Brokerock, dímelo. Estaré en Talandre unos días. ¡Adiós, colega!
- Tu amigo y hermano, Duphork