Parece que la mala suerte me sigue a todas partes.

Antes perdí el rumbo y ahora vuelvo a perderme en el Bosque de la Niebla. Lancé mi arpeo en busca de una salida, pero solo encontré a un mitrano.

Vaya... No sé si sobreviviré esta vez.

Un árbol apareció entre la niebla. El feo cuervo garabateado en el árbol era definitivamente mío. ¡Ay, no! Tenía toda la seguridad de que estaba avanzando, ¡pero en verdad seguía caminando en círculos! Sentí que ya había intentado ir en todas direcciones. ¡Pobre de mí! Habría hecho todas las locuras posibles si hubiera sabido que iba a morir así.

Luego vi algo brillante más adelante. Cuando me acerqué, noté que era una especie de hilo. Bueno, ahora que lo pienso, fue una estupidez de mi parte tocarlo. Pero a esa hora, el hilo parecía la única forma de salir del bosque.

Sostuve el filamento y lo seguí con cuidado. El hilo se hizo más y más grueso a medida que avanzaba. Entonces, me percaté de que había una extraña construcción al final de la cuerda. ¿Cómo se llamaba? La respuesta apareció de repente en mi cabeza. ¡Un nido de arañas! ¡Uno enorme!

Grité y corrí hacia el lado opuesto. Pero fue otro error estúpido. Era como si anunciara en voz alta la presencia de comida fresca a todos los monstruos del bosque. Sentí que más y más monstruos venían detrás de mí. Seguí corriendo, pero los monstruos tampoco se dieron por vencidos.

Rápidamente busqué en mi mochila y encontré el arpeo. Me llevó algo de tiempo, pero por fin pude lanzar el gancho del arpeo hacia un gran árbol que tenía delante. ¡Por favor, engánchate de cualquier cosa para que pueda salir de aquí!

¡Y el gancho se agarró a una rama! Pero me pareció que algo no andaba bien. ¿Por qué se estaba moviendo el árbol? ¿Y por qué este árbol tiene cara? ¡Y me está mirando fijamente!
Ah, ya sé, ¡atrapé un mitrano de niebla!

El mitrano parecía ofendido por mi inesperado intento de peinarlo. Quizás me habría perdonado si hubiera soltado el gancho de inmediato. Solo que... no lo hice. Me aferré al gancho y seguí corriendo.

Mi movimiento repentino sorprendió al mitrano y lo hizo enloquecer. Y enloqueció de verdad. Tanto que incluso los monstruos que me perseguían tuvieron que marcharse. Puede que algunos de ellos se hayan quedado, pero no estaba seguro. Estaba muy ocupado evadiendo el ataque del mitrano.

Cada vez que el mitrano azotaba el suelo con su rama, sentía que mi mochila se deshacía. Cuando la mochila se termine de deshacer, lo que golpeará el suelo será mi espalda. ¡Debería haber traído una mochila más resistente!

Me lancé a otros árboles para proteger mi espalda, pero fue en vano. Su fuerza era demasiado grande y un solo golpe suyo destruyó a los pobres arbolitos.

No sé cuánto tiempo duró todo. Después de una hora, sentí un tirón en la cuerda que tenía en la mano y caí al suelo. Me puse de pie y miré a mi alrededor, y no creerías lo que vi. El mitrano, atado de pies a cabeza con mi cuerda, luchaba por levantarse. Entonces comprendí qué había pasado. Cada vez que el mitrano daba vueltas sobre sí, la cuerda de su cabeza se le enredaba en el cuerpo.

También vi plumas, ropa, hojas, raíces, nidos de pájaros y todo tipo de chucherías forestales enredadas en la cuerda. ¡Qué espectáculo tan gracioso! ¡Tengo que contárselo a los demás! Mis amigos del gremio no me creerán, ¡pero aquí tengo la prueba! Ahora nadie volverá a llamarme tonto.

Luego, escuché que el líder de mi gremio me llamaba, así como al resto de los miembros quejándose. Empecé a correr con una gran sonrisa en la cara.