ID: 2908126866
Una historia de Diabólica
icon Tarea del códice
Type: Colección
Categoría: Cerca del Oasis del Santuario

Una historia de Diabólica 1

Una historia sobre Diabólica

Escrita por Rovio Rodríguez

Según la mitología, se dice que Diabólica es un reino escondido creado por Lanquis, el dios de la oscuridad, antes de la creación de los humanos.
La Orden de Einar y Venelux especulan que en Diabólica hay una criatura con el poder de exterminar a la humanidad, lo cual los consterna en demasía por la conexión entre Diabólica y el mundo humano.
Es por ello que cualquier investigación sobre cómo acceder a Diabólica está estrictamente prohibida sin la autorización correspondiente. Sin embargo, esas restricciones no aplican para los magos independientes ni los trotamundos. Por eso, actualmente se llevan a cabo en todo el mundo investigaciones sobre los monstruos que habitan allí, las ubicaciones en donde aparecen y los fenómenos relacionados.
En concordancia, cada vez hay más informes sobre trotamundos atacados por monstruos de Diabólica.
El propósito de este informe es recolectar e inferir tanta información y datos como sea posible para prepararnos antes las amenazas sumamente reales de Diabólica que podrían desatarse en cualquier momento y en cualquier lugar. Para lograrlo, he viajado a todos los lugares conocidos del mundo para registrar experiencias y testimonios sobre Diabólica y los monstruos demoníacos que llaman a ese sitio su hogar.

Una historia de Diabólica 2

Grietas abiertas en Diabólica: enfoque en el Páramo de Maná y el Santuario del Deseo

De acuerdo con las investigaciones de Venelux, existen cuatro grietas abiertas en Solisium y Trutizan donde las cantidades detectables de energía de Diabólica están en aumento.
Estos cuatro lugares se llaman Santuario de la Desesperación, Santuario del Deseo, Santuario del Orgullo y Santuario del Odio. Todos ellos están vehementemente protegidos por magos experimentados enviados desde Venelux o guardias de la Orden de Einar.
En el pasado, fueron templos construidos por los sombramantes de la Orden Sylaveana para crear una puerta hacia Diabólica, pero la Orden de Einar acabó por desmantelarlos o sellarlos por completo.
Incluso a pesar de la presencia de la guardia, el Santuario del Deseo ha sido blanco de forma constante de varios ataques sorpresa a cargo de las fuerzas de Arkeum, con la intención de sumir el mundo humano en el caos.
Con cada ataque, la magia de la barrera protectora se debilita de vez en cuando. Actualmente, esta barrera está protegida gracias a la ayuda de la Resistencia.
Las otras tres grietas se encuentran en regiones de la parte norte del continente. Una de ellas está en Nyx; otra, en Belphoret, y la última está localizada en una ubicación secreta.

Una historia de Diabólica 3

Testigos de bestias demoníacas y demonios

1. Relato del testigo presencial Marco Palmer sobre el desastre de la caravana del Comerciante Creciente

Esta historia ocurrió hace diez años, cuando le serví de guía a un grupo de comerciantes que cruzaban el Páramo de Maná.
Tenía miedo de que nos cruzáramos con diablillos, así que los comerciantes contrataron soldados con mucha experiencia contra monstruos. Con sus servicios de protección, cubrimos el camino trazado sin graves incidentes durante una buena parte del trayecto.
Pero en un momento de la travesía, el sonido de los pasos tras de mí se detuvo. Al volver la mirada, vi que uno de los soldados había colapsado. Lo sacudí para despertarlo, pero estaba completamente tieso como una estatua de piedra. Entonces, se desató el infierno en la tierra.
Algo parecido a relámpagos destelló en todas las direcciones, dispersando a la gente y los camellos en medio de un escándalo. Estaba tan asustado que me tiré al suelo y fingí que estaba muerto.
Cuando todo se calmó, me arriesgué y eché un vistazo. Entonces vi a un monstruo con forma de globo ocular gigante. Creí que estaba perdiendo la cabeza.

El monstruo disparaba rayos de luz desde su inmenso ojo y la gente a la que tocaba se convertía en piedra o moría instantáneamente. También tenía tentáculos con globos oculares más pequeños retorciéndose alrededor del ojo gigante. Fue tan aterrador que no hay palabras que le hagan justicia al horror que experimenté ese día.

Una historia de Diabólica 4

Testigos de bestias demoníacas y demonios

2. Encuentro del cazador de monstruos Huxley Tyson

He cazado monstruos durante treinta años. Si llevas tanto tiempo cazando monstruos como yo, sabes que las historias comienzan a mezclarse entre sí. Los detalles se vuelven borrosos. Excepto en el caso de LA cacería. Aquella que se queda tatuada en tu mente y tu alma. Todo cazador de monstruos tiene una historia como esa. La mía ocurrió en el Páramo de Maná. En aquel entonces tenía unos 20 años.
El anciano que me contrató en esa ocasión había perdido a su hijo y se había gastado todo su dinero reclutando cazadores de monstruos para tener su venganza.
Su objetivo era "Junobote", también conocido como el demonio del Santuario del Deseo. El hijo del anciano había sido un cazador de monstruos bastante famoso y había fallecido al intentar matar a Junobote.

Al final, contrató a dos gremios enteros para atraparlo. En el camino nos topamos con muchos diablillos, pero derrotarlos nos dio algo de confianza.
Sin embargo, al entrar en el santuario y encontrarnos con los Ávolos, cambiamos de idea.

Tenían cuatro patas, torso humano y cabeza de basilisco, y eran increíblemente inteligentes. Eran bestias resistentes y sorprendentemente difíciles de matar, mucho más de lo que habíamos imaginado. Ah, y atacaban usando maldita magia. Si no hubiéramos traído al mago sanador, habríamos perdido a la mitad de nuestras fuerzas ante ellos.
Con el tiempo, nos enfrentamos cara a cara con Junobote. El suelo tembló y de él emergieron llamas, y apareció un inmenso demonio rojo con un látigo flameante.
"¡Demuéstrenme su valía!", gritó. Después de eso... fue una pesadilla tras otra. Jugó con nosotros y nos desafió con acertijos en la oscuridad con dos respuestas posibles. Si nos equivocábamos, caeríamos al fuego. Y si respondíamos bien, las únicas recompensas posibles seguían siendo el miedo y el dolor.
Vi como todos mis compañeros, uno por uno, se derretían envueltos por las llamas que Junobote producía. Sobreviví al caos de milagro y escapé con vida... pero, como puedes ver, me costó el brazo izquierdo y un ojo. Si puedo evitarlo, prefiero no recordar esa experiencia.

exitlag


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