Tengo grandes planes para el día de hoy. Le prometí a Giselle que le prepararía un sándwich de camarones. Últimamente, ese tipo de sándwiches ha ganado popularidad en Herba debido a su sabor, así como a su alto aporte proteico.

Giselle se toma la medicina sin chistar y cuando estoy trabajando en mi investigación, se comporta y espera en silencio a que yo termine. Cuando veo su sonrisa radiante, mi agotamiento se desvanece. Quiero tomarme el tiempo para prepararle una comida suculenta a manera de agradecimiento, pero como cocinar aún no me sale muy bien, mi colega Aindel se ofreció a ayudarme.

Lo malo fue conseguir el ingrediente principal del plato: el camarón mantis. Me dijeron que podía pescarlo en el mar que está más allá del pantano; después de todo, me va mejor pescando que cocinando. En fin, me dije: "¿qué tan difícil puede ser?" y decidí intentarlo.

El mar estaba en calma. En medio del silencio absoluto, sin el silbar del viento, ni el sonido de una ola, lancé mi señuelo.

Resulta que la pesca es tan aburrida y sin incidentes como parece. No soy un hombre impaciente, pero después de años de espera, no había visto ni un solo pez. Incluso Giselle, que al principio estaba emocionada de acompañarme, se aburrió rápidamente después de atrapar algunos pececillos que nadaban en las aguas poco profundas. Terminó echándose una siesta en una roca soleada.

Volví a reafirmar mi determinación después de ver el rostro de Giselle y lancé una vez más mi caña de pescar. En ese momento, sentí un tirón en mi línea. Supuse que me lo había imaginado, así que atraje la línea lentamente, sin esperar encontrar nada. Cuando saqué mi anzuelo del agua, había un enorme camarón mantis que me miraba fijo. No podía creerlo. Desperté a Giselle inmediatamente y gritó de alegría. "¡Azra, lo logró!", gritó mientras corría por la orilla. Su risa alegre acompañada del sonido de las olas es una canción que no olvidaré pronto.

Después de celebrar un rato, comenzamos nuestro viaje de regreso. Con un camarón mantis tan grande y jugoso, podré prepararle una verdadera delicia.